El Parque Nacional de Hustai, en Mongolia, alberga una raza de caballos muy especial y poco común, el caballo de Przewalski. Esta especie, que se considera el único caballo salvaje verdaderamente puro en la actualidad, se reconoce fácilmente por su pelaje marrón amarillento pálido, una melena corta y rígida y patas cortas. El caballo de Przewalski, también llamado "takhi" en Mongolia, estuvo extinguido en estado salvaje, pero se ha reintroducido con éxito gracias a los esfuerzos de conservación realizados en la década de 1990. Un dato interesante sobre estos es que tienen 66 cromosomas, frente a los 64 de los caballos domésticos. Sorprendentemente, los caballos de Przewalski pueden aparearse con caballos domésticos para producir híbridos. Estos híbridos tienen 65 cromosomas y pueden reproducirse y tener su propia descendencia.